Las enfermedades cerebrales son la primera causa de discapacidad a nivel mundial y la segunda causa de mortalidad. Es por esto que adquirir hábitos de cuidado y prevención es prioritario.

"Las capacidades cognitivas se pueden desarrollar positivamente con una serie de actividades sencillas y muy eficaces. Estas buenas prácticas favorecen la plasticidad cerebral y crean nuevas conexiones en el cerebro", explicó Cecilia Serrano, jefa del Área Cognitiva del equipo médico de INEBA (MN: 92.665).

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"Una salud cerebral óptima incluye la capacidad para realizar distintas tareas como el movimiento, la percepción, el aprendizaje, la memoria, la comunicación, la resolución de problemas, el juicio, la toma de decisiones y las emociones", detalló la neuróloga.

Los 10 hábitos para cuidar la salud del cerebro

1. Dormir bien. Es necesario no solo para estar mejor preparados para desarrollar las actividades del día, sino porque el sueño es fundamental para el proceso de la memoria.

2. Estar acompañado en actividades diarias. En general, esto  potencia el aprendizaje, por la presencia del componente emocional que favorece el rendimiento al estar estimulado o "alentado" por otros, tanto en la actividad física como en la intelectual.

3. Usar la imaginación. Favorece la creatividad, el aprendizaje y la memoria. Se debe intentar afrontar situaciones desafiantes o nuevas.

4. Realizar ejercicios numéricos (cuentas mentales, por ejemplo) y ejercicios que involucren palabras (crucigramas, sinónimos o antónimos). Trabajan habilidades que utilizan diferentes mecanismos cerebrales: pueden potenciar las capacidades cognitivas de áreas del cálculo, atencionales o del lenguaje.

5. Realizar ejercicio físico de manera rutinaria al menos 30 minutos diarios. Es importante ser constante y mantener las rutinas, no las intensidades, la actividad física ayuda a mejorar la salud cerebral, el rendimiento intelectual y a equilibrar las emociones.

6. Actividades Lúdicas. Jugar y divertirse queda librado al placer y a la risa y mejora el aprendizaje y el recuerdo.

7. Buena alimentación. Ingerir una dieta balanceada, reducir el consumo de azúcar y alimentos procesados e incorporar más frutas y verduras a la dieta.

8. Mantenerse activo socialmente. Es importante salir de la zona de confort. El aislamiento social aumenta el deterioro cognitivo.

9. Reducir el consumo de alcohol o tabaco. Se recomienda disminuirlo hasta suprimirlo.

10. Utilizar diversas técnicas para mejorar la atención. Existen diferentes herramientas como puede ser la meditación, el yoga, ejercicios de "control mental o la práctica mindfulness". Todas estas técnicas ayudan a vivir en el presente y así, a estar más atentos de lo que sucede aquí y ahora, manejar nuestros pensamientos y por ende nuestras conductas

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Fuente Ineba