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Cuidados del cerebro

Como mejorar la memoria, la concentración y la atención

La memoria funciona como un músculo y debe ejercitarse para mantenerla activa y en forma. Si bien en algunos casos la pérdida de memoria no puede evitarse, existen actividades y prácticas que pueden ayudar a retrasar esos cuadros.


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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se puede reducir el riesgo de padecer demencia haciendo actividad física regularmente, evitando el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, manteniendo un peso acorde, alimentándose saludablemente, controlando periódicamente la presión arterial y los niveles de colesterol y glucosa en sangre. Otros factores que podrían influir en la demencia son la depresión, el aislamiento social, el bajo nivel educativo y la inactividad cognitiva.


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Por eso, es muy importante contar con espacios de estimulación y contención. INEBA cuenta con un Hospital de día Neurocognitivo con profesionales capacitados, como es el caso de la Dra. Cecilia Serrano (MN: 92.665) que pueden dar respuestas concretas para la demencia en todos sus estadíos. Este tipo de espacios trabajan para lograr prolongar la funcionalidad de la persona mayor, su contención y la de su familia.


4 consejos para cuidar el cerebro


La Dra. Serrano elaboró una lista de cuatro consejos para cuidar el cerebro:


  1. Mantenerse físicamente activo. La actividad física y el ejercicio son una piedra fundamental para una vida saludable. No sólo genera bienestar y mejora la figura, sino que también es clave para alargar la vida. Permitirá  controlar la presión sanguínea, el peso, y reducir el riesgo de diabetes tipo II y algunas formas de cáncer. Hay también algunas evidencias que sugieren que la actividad física puede reducir el riesgo de desarrollar demencia. Además, mejora la concentración, la función ejecutiva, la memoria y el estado de ánimo. Es importante mantener la rutina regularmente.
  2. Seguir una dieta saludable. Los alimentos son la energía para el cuerpo y el cerebro. Podemos ayudarlo a funcionar de manera apropiada llevando una dieta saludable y balanceada. Una dieta tipo mediterránea, rica en cereales, frutas, pescado, legumbres y vegetales, puede ayudar a reducir el riesgo de demencia. Comer grandes cantidades de grasas y alimentos procesados, los cuales son altos en grasas saturadas, azúcar y/o sal, está asociado con un riesgo más alto de enfermedades cardíacas y por lo tanto debemos evitarlos.
  3. Desafiar al cerebro. Al igual que un músculo que se entrena, nuestro cerebro puede agilizarse con ejercicios mentales sencillos. Mientras más usamos nuestra mente, mejor podría funcionar. Los ejercicios mentales, realizados rutinariamente, logran generar nuevas conexiones entre las células del cerebro (las neuronas) y como resultado, la memoria y la concentración pueden mejorar, las palabras pueden salir más fácilmente y los cálculos son más rápidos. Este entrenamiento cerebral contribuye a mejorar nuestro rendimiento cognitivo diario y a prevenir la demencia.
  4. Disfrutar de una vida social plena. Para mantener una mente más saludable se recomienda llevar una vida socialmente activa. Los seres humanos necesitamos de los demás para sobrevivir y prosperar. El aislamiento tiene efectos negativos sobre la salud y aumenta los sentimientos de malestar. Es un factor de riesgo importante, similar a la obesidad, la inactividad física, la presión arterial alta y fumar. La falta de comunicación con los demás podría producir consecuencias, tales como estrés y otras enfermedades. La clave está en encontrar tiempo para compartir con familiares y amigos o integrarse a nuevos grupos sociales que impliquen nuevos desafíos.

Para consultas y turnos, comunicarse al (011) 4867-7700.


Fuente Ineba

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