Todo lo que hacemos, sentimos o pensamos parte del cerebro. Es el órgano del cuerpo más complejo y el que más trabaja. Comprender su funcionamiento llevó décadas de investigaciones y es allí donde sobresale el rol de la neurociencia.

Así llamamos al abordaje multidisciplinario, del cual forman parte ramas como  la neurología, la genética, la psiquiatría, la química y la (neuro) psicología, cuyo principal objetivo es estudiar el funcionamiento del sistema nervioso.

La importancia del diagnóstico y tratamiento de la Hipertensión Arterial

Sin embargo, comprender los procesos mentales no alcanza. La neurociencia busca entender las bases biológicas de nuestro desempeño emocional en relación con nuestros pensamientos y también a las enfermedades que podrían estar alterando estas interacciones.

Por qué es importante la neurociencia

“Ningún hombre es una isla”, escribió el reconocido poeta metafísico inglés John Donne en 1624, y, sin saberlo, su frase representa hoy una valiosa lección para las neurociencias contemporáneas. Sucede que el cerebro humano se gesta, se desarrolla y se expresa (e incluso se daña) en entornos sociales. Para comprender nuestra mente, debemos estudiar la interacción entre aspectos biológicos, cognitivos e interpersonales. 

El desarrollo de la tecnología fue clave para el avance de las investigaciones, por cuanto se ha logrado analizar el cerebro humano en vivo. De esta manera, la neurociencia se ha convertido en una herramienta fundamental para la salud mental.

En un futuro cercano, los especialistas pronostican que podrá aportar mayor información sobre los efectos del estrés en nuestro organismo, o de los efectos positivos del juego y el deporte para nuestra mente.

En definitiva, la neurociencia permitirá que los trastornos mentales se puedan identificar, medir e individualizar y, en consecuencia, desarrollar la aplicación de tratamientos eficaces y personalizados para enfermedades como la ansiedad, depresión y esquizofrenia, entre otras.

Cinco formas de optimizar la salud del cerebro

• Conexión social

Pasar tiempo con la familia y los amigos es una forma excelente de mantener sano el cerebro. 

• Ejercicio y actividad física

Los estudios demostraron que los estudiantes que practican una actividad física con regularidad, incluidos los deportes organizados, tienen un mejor rendimiento académico que sus compañeros que no practican una actividad física con regularidad. 

• Dormir

Dormir bien es muy importante para optimizar la función cerebral.

• Una dieta sana
  
  

• Visitar al médico

Para solicitar un turno o realizar una consulta con los profesionales del Centro de Día Neurocognitivo y Sección de Neurociencias Cognitivas de INEBA, comunicarse al (011) 4867-7700 o en la web de INEBA.