Recientemente, el Ministerio de Salud de la Nación comunicó que los pacientes con enfermedades autoinmunes o que reciben tratamientos inmunosupresores deberían recibir la vacuna contra el SARS-COV-2.
Actualmente el plan de vacunación es el mismo que el de la población general según los lineamientos que indican los organismos gubernamentales, dependiendo de su edad, personal de salud y personas con enfermedades asociadas o comorbilidades.
Si bien existen muchas vacunas en desarrollo, hasta la fecha en nuestro país se están utilizando la vacuna Sputnik V, la vacuna Sinopharm y la vacuna Covishield (Lab Astra Zeneca).
La Sputnik V se trata de una vacuna que utiliza vectores virales, es decir fragmentos de un virus inactivo (Adenovirus) que transporta antígenos de otro virus, en este caso del Sars-Cov-2, causante de la enfermedad COVID-19. La vacuna Covishield utiliza una tecnología similar de vector viral.
La vacuna Sinopharm utiliza virus inactivados, es decir coronavirus sin capacidad de producir infección.
Estas vacunas pueden recibirlas los/las pacientes con enfermedades autoinmunes, reciban o no medicación inmunomoduladora o inmunosupresora.
Los efectos adversos reportados incluyen escalofríos, fiebre, dolor muscular o articular, astenia, malestar general, dolor de cabeza y reacciones locales (dolor, hiperemia o hinchazón en el sitio de inyección).
Es importante destacar que pacientes con enfermedades neuroinmunológicas (Esclerosis Múltiple, Neuromielitis Óptica y otras) deben vacunarse contra el COVID-19, aún si ya han tenido la enfermedad. Es muy baja la probabilidad de que las vacunas actualmente disponibles en nuestro país, provoquen una recaída o empeoren los síntomas asociados a éstas enfermedades.
Algunos tratamientos para las enfermedades neuroinmunológicas pueden disminuir la respuesta inmune producida por las vacunas, por lo que en todos los casos es muy importante consultar y programar la vacunación con su neurólogo/a tratante.
Dra Victoria Fernandez; Médica Neuróloga. “Clínica de Esclerosis Múltiple y Enfermedades Neuroinmunológicas” de INEBA.
Fuente: INEBA
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