El “síndrome clínico post-COVID” se refiere a manifestaciones clínicas que pueden mantenerse más allá del período agudo infeccioso. Son síntomas o alteraciones clínicas que perduran en el tiempo y que se originarían por el compromiso directo causado por la infección sobre diferentes órganos y sistemas del organismo y/o como consecuencias de la internación prolongada que padecen los pacientes con cuadros severos de infección por este tipo de virus.

Si bien la afección más frecuente y severa es la pulmonar, es reconocido el compromiso extra-pulmonar, con afección y manifestaciones clínicas, neurológicas, cardíacas, renales, gastrointestinales y trombóticas; entre otras.

Al ser una enfermedad multi-sistémica sus manifestaciones pueden ser diversas y afectar a diferentes sistemas: no recuperar el gusto o el olfato, no poder escribir, leer o concentrarse como antes, sufrir cefaleas, mareos, dolores o debilidad muscular. También pueden persistir dificultades respiratorias o musculares.

Es por eso que una vez superada la etapa aguda, se  sugiere hacer un seguimiento médico interdisciplinario, incluyendo varias especialidades médicas y estudios diagnósticos.