Se llama “Síndrome del domingo” a un estado que se caracteriza por una sensación de vacío, malestar, angustia, ansiedad e irritabilidad que se da por la tarde - noche de estos días. No es una patología, sino un conjunto de síntomas que coinciden con la finalización del fin de semana y el inicio de la actividad el día siguiente.

Las causas que pueden explicarlo desde la perspectiva médica y psiquiátrica  pueden ser varias. Por un lado, está la articulación de la predisposición genética y la modalidad vincular que contiene los usos y costumbres sociales y culturales de cada familia. A su vez, la ansiedad, y el malestar psicofísico están relacionados con la sensación de  que las horas languidecen y en la mismidad de cada uno  aparecen recuerdos de su propia historia personal y familiar.

Otro de sus componentes está vinculado con las condiciones laborales de cada persona. En muchos casos, el distress emocional dominical está asociado a la desmotivación o frustración en el ámbito laboral. También pesa el cómo se viven las horas sin obligaciones, que en muchos casos asustan porque la falta de un requerimiento externo conlleva el encuentro con el sí mismo pudiendo generar sentimientos angustiantes que generalmente se manifiestan con trastornos del humor y/ o trastornos de sueño. Las condiciones de aislamiento social contribuyen  a aumentar el sentimiento de vacío y vacuidad. También pueden manifestarse las dificultades de disfrutar de las horas de ocio que generalmente se asocian con ansiedad y sensación de vacío interior.

Para intentar no caer en este estado, lo recomendable es realizar actividad física y recreativa, no solo por medio del deporte sino disfrutando del tiempo yendo al cine, al teatro o hacer algo placentero. El domingo por la tarde-noche es también un buen momento para visitar amigos o familiares.

Fuente INEBA