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Emociones

Un año difícil y unas Fiestas diferentes

Por el Dr. Hernán Provera, cardiólogo y Jefe del Departamento de Riesgo Cardiovascular de INEBA. 

 

Sin duda, las Fiestas serán muy diferentes este año. Pero es posible celebrar con seguridad, ya sea virtualmente, o, en algunos casos, juntos y en persona. Serán celebraciones más acotadas y, posiblemente, más austeras, pero no por eso tienen que ser menos significativas.


Los seres humanos somos seres emocionales. Las emociones siempre influyen en nuestra forma de pensar y actuar. Nuestros sentimientos y emociones, pero también nuestros pensamientos y creencias, pueden provocar efectos tanto positivos como negativos en nuestro bienestar físico.


A medida que pasa el tiempo, se hace cada más evidente que las personas enferman, en su gran mayoría, como resultado de su estilo de vida. Además, es durante las últimas semanas del año que suelen disparan de forma considerable los casos de hipertensión arterial, el aumento del colesterol y la obesidad, aumentando la cantidad de eventos cardiovasculares, consecuencia de la conjunción de algunos factores como postergación y/o demora en la consulta médica, olvidos en la toma de la medicación habitual, excesos en la alimentación y aspectos emocionales.


Y este año tan particular, atravesado por la pandemia global por Covid-19, no solo modificó nuestro estilo de vida sino que, también, la calidad de la misma.


El 2020, con todas sus sacudidas, instaló en la sociedad una sensación de caos constante que resulta difícil poner a un lado. Después de todo, abandonar las rutinas y la zona de confort para vivir situaciones donde predomina la incertidumbre y el desconcierto no es sencillo.


Salvo las pocas personas que superan el centenar de años, nadie había vivido una pandemia. Estamos sintiendo cosas que quizá nunca antes habíamos sentido y nos cuestionamos muchas veces si es normal lo que nos pasa.


El coronavirus  ha tenido grandes efectos en casi todos los aspectos de nuestras vidas. Está influyendo en cada día. Han cambiado mucho las cosas en muy poco tiempo. Y es natural sentir ansiedad cuando afrontamos una crisis, una situación desconocida o un cambio repentino. El miedo es una reacción normal en situaciones de incertidumbre.


En esta época del año, además del cansancio físico, a nivel psicológico entran en escena las emociones. La llegada de diciembre es percibida por muchos como un cierre de ciclo y una evaluación de las metas alcanzadas y de aquellas que no se lograron. Es en función de estos balances el grado de satisfacción o frustración que experimentamos, aumentando, en algunos casos, nuestros niveles de stress y de ansiedad. Y este año sí que se destacó derrumbando muchos de nuestros planes.


El desarrollo de la tolerancia y control de las emociones durante una pandemia es un ejercicio de introspección que depende de cada persona. Para lograrlo es importante entender que existen dos categorías de situaciones a nuestro alrededor: aquellas que podemos controlar y las que no. Una vez que identificamos cada uno de estos elementos resulta más sencillo trabajar en mejorar nuestra situación emocional y la de quienes nos rodean, ocupándonos solo de aquello que podemos controlar.


Fuente: INEBA

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