El Sindrome de Asperger es un trastorno del desarrollo, clasificado dentro de lo que son los trastornos del espectro autista.

Es una afección neurológica por la que los pacientes presentan alteraciones en la interacción social recíproca, es decir, en la relación con otros por tener dificultades en los lenguajes verbal y no verbal. A su vez, una de las principales características de esta patología, se encuentra la inflexibilidad mental (anteriormente conocida como rigidez del pensamiento), la cual genera una imposibilidad para aceptar el cambio.

“Esas características no quitan que los chicos sean inteligentes, al contrario. Un chico con Asperger puede tener muy buenas habilidades en lo que respecta a la memoria, las matemáticas, la ciencia o, incluso en los deportes. Todo depende del grado de afección. Pero entre personas reconocidas mundialmente con este Sidrome podemos nombrar nada más y nada menos que a Lionel Messi, Keanu Reeves o Michael Phelps”, comenta el Dr. José Luis Etcheverry, neurólogo de INEBA y especialista en Movimientos Anormales.

Es una patología que se da principalmente entre los más pequeños (se suele diagnosticar entre los 5 y 9 años de edad), aunque también se puede detectar en la adolescencia o en la adultez. Se desconocen con certeza sus causas específicas aunque sí se sabe que suele haber una causa ambiental y también algunos factores genéticos, aunque ninguno es la causa per-sé de manera aislada.

Si bien es una condición rara (se da en entre 3 y 5 personas de cada mil a nivel mundial) dentro de lo que es el trastorno del espectro autista es una de las más frecuentes. Suele afectar en mayor medida al sexo masculino.

“En general los chicos tienen gran dificultad para hacer amigos, usan el lenguaje de manera poco frecuente y, a menudo, toman significados literales de la las cosas que escuchan o leen. Para ellos es muy importante contar con una rutina, la cual les permite adaptarse mejor al entorno. Cuando se los mueve de su estructura quedan en evidencia sus dificultades. Necesitan mucho amor, dulzura y comprensión, y les gusta que se los alabe y/o avale, ya que les es muy difícil lidiar con las frustraciones. Muchas veces manifiestan un mal comportamiento debido a la frustración que les genera no poder relacionarse bien o interactuar con otros par”, comenta Etcheverry.

En el consultorio de Movimientos Anormales de INEBA se tratan pacientes con movimientos involuntarios producto de las patologías del espectro autista, entre las que se encuentra el Sindrome de Asperger.

Los más comunes son las esterotipias, movimientos involuntarios que no tienen un propósito definido. Son movimientos o vocalizaciones sin propósito que pueden inhibirse con la distracción o bien exacerbarse con la ansiedad o el aburrimiento.

“Alrededor del 45% de los chicos con autismo presentan algún tipo de esterotipia y estos permiten hacer un diagnóstico diferencial respecto del temblor, los tics o los síndromes convulsivos. Pueden ser desde movimientos simples como chuparse un dedo o más complejos como movimientos coordinados, que se dan en todo el cuerpo. Cuando son conductas leves, sin impacto en el día a día, no requieren tratamiento farmacológico y mejoran con un tratamiento conductual de terapias de reversión de hábitos. De tener impacto en la vida del niño, se puede abordar con medicación”, comenta el neurólogo.

Respecto de la consulta de si el Asperger es hereditario, hay estudios que demuestran que hay cierta transmisión, siendo los hombres los principales transmisores en el 90% de los casos. Lo que aún no se sabe con exactitud es cuál es el gen puntual involucrado en este síndrome, aunque la alteración más frecuente se encuentra en el cromosoma 15.

Fuente: Ineba