La RCP tiene como objetivo mantener el flujo de sangre oxigenada al cerebro y otros órganos vitales hasta que un tratamiento médico más definitivo pueda restablecer el ritmo cardíaco normal.
Esta técnica salva cientos de miles de vidas cada año en todo el mundo gracias a la intervención inmediata de las personas que son testigos de un paro cardiaco, responsables de atender a la víctima mientras se aguarda la llegada de los servicios de emergencia.
Se estima que aproximadamente el 70% de los casos de muerte súbita se produce fuera de los hospitales y frecuentemente en presencia de un conocido, familiar o amigo. Esto convierte a los no médicos en la primera línea de atención frente a episodios de esta naturaleza.
Según se calcula, por cada minuto que la víctima de un paro cardiaco no recibe reanimación cardiopulmonar, se pierde un 10% de posibilidad de sobrevida. Iniciar la RCP inmediatamente puede duplicar o triplicar las posibilidades de supervivencia de una persona.
La técnica de reanimación cardiopulmonar existe desde 1960. Pero la American Heart Association (AHA) ha hecho ajustes y cambios constantes a lo largo de los años en función de las últimas investigaciones. El cambio más grande probablemente tuvo lugar en el 2008, cuando la misma comenzó a recomendar que las personas no capacitadas omitieran la ventilación boca a boca para adultos y solo realizaran las compresiones torácicas.
A menudo las personas no comienzan la reanimación cardiopulmonar porque temen lastimar a alguien o hacerle mal pero las últimas investigaciones muestran que es muy difícil causar daño a través de la RCP, incluso si la persona no la necesita.
"La única manera de hacer mal la Reanimación cardiopulmonar es no tratar de hacerla"
Cómo realizar RCP básica usando solo las manos
Durante la reanimación, si se dispone de un desfibrilador externo automático (DEA), este debe ser sistemáticamente colocado excepto cuando se trata de niños de menos de un año. El DEA es un dispositivo electrónico portátil que diagnostica y puede ayudar a restablecer el ritmo cardíaco cuando una persona sufre un paro cardíaco.
Si algún día, somos nosotros quienes nos encontramos con la vida de otro entre nuestras manos, recordar ciertas pautas nos serán de gran ayuda para mantener la calma.
“No te olvides que la diferencia entre hacer algo y no hacer nada podría salvarle la vida a una persona.”
Fuente: Dr Hernan Provera Medico Cardiologo de INEBA
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