El Parkinson es generalmente considerado como una condición física pero comúnmente afecta también a la mente y el bienestar emocional de los pacientes.

Según la Asociación de la Enfermedad de Parkinson Europea (EPDA), se cree que los cambios del estado de ánimo afectan alrededor del 50% de las personas con Parkinson y se manifiestan principalmente en ansiedad y depresión. 

Existe una creciente aceptación de que su estado de ánimo y cómo se siente influirá en cómo le afecta el Parkinson, incluyendo la severidad de los síntomas. El estrés, por ejemplo, está directamente relacionado con el temblor. Si la persona está estresada el temblor tiende a empeorar mientras que si está más relajada, generalmente se reduce.

Si bien es fácil sentirse abrumado y simplemente aceptar la forma de sentir, hay varias cosas que se pueden hacer para tomar el control de los sentimientos, un aspecto importante para mantener el bienestar emocional y manejar el modo de afectación de la enfermedad.

¿Cómo mantener el bienestar emocional?

Lo más importante es tratar de mantener una actitud positiva y hay una variedad de actividades y actitudes que ayudan a lograrlo:

·         Educar acerca de Parkinson, su causa y tratamiento. Contar con información ayuda a sentir más control.

·         Tomar un papel activo en la gestión de la condición.

·         Seguir haciendo las actividades que disfruta, si es posible. 

·         Hacer ejercicio con regularidad.

·         Dormir lo suficiente (se recomiendan entre 7 y 8 horas diarias de sueño nocturno)

·         Tomarse el tiempo para conocer y aceptar las limitaciones y aceptar que pueden cambiar con el tiempo.

·         Tratar de mantenerse relajado. Terapias complementarias como yoga o meditación pueden ayudar.

·         Aprender a reconocer los factores desencadenantes que afectan negativamente el estado de ánimo (el alcohol y la cafeína por ejemplo)

·         Aceptar ayuda cuando sea necesaria

·         Estar en contacto con grupos de apoyo para pacientes con Parkinson

La medicación y estado de ánimo.

A veces la medicación puede afectar el humor por lo que la alteración de su régimen de medicación puede ayudar. También los especialistas pueden recetar antidepresivos. Su elección dependerá de sus beneficios y efectos secundarios, cómo interactúan con otros medicamentos y sus necesidades individuales, por lo que es muy importante el asesoramiento del profesional tratante y seguir sus indicaciones. 

Fuente: INEBA