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ALIMENTOS ULTRAPROCESADOS: SUS EFECTOS EN LA SALUD

¿QUÉ ES LO QUE ESTAMOS COMIENDO?

NADIE ESCAPA A LA PREGUNTA DIARIA, ¿QUÉ COMEMOS HOY?, PERO SI EXISTEN MULTIPLES RESPUESTAS A LO QUE CADA UNO SERVIRÁ EN SU MESA. Y ESO DEPENDE DE LA ZONA GREO- GRÁFICA EN LA QUE SE VIVA, SI ES EN LAS GRANDES URBES, O EN POBLACIONES MÁS PEQUEÑAS; DEL NIVEL SOCIOECONÓMICO DE CADA FAMILIA O INDIVIDUO, DE LOS GUSTOS Y PRE- FERENCIAS PERSONALES Y DEL ACCESO DIRECTO AL ALIMENTO. NO ES LO MISMO UNA PAPA COSECHADA EN EL NORTE ARGENTINO, QUE EN EL SUR DE CHILE.


Claro está que sin comida no podemos vivir, sin embargo, no todos los alimentos que consumimos nos nutren de la misma manera, y muchos de ellos vienen a suplir necesidades no solo alimentarias, sino, otras necesidades creadas por la industria alimenticia. Entonces, empecemos por preguntar, ¿qué es lo que comemos?, ¿qué tipo de alimentos abundan en su alacena?, ¿cuáles son los que ingiere a menudo? Y aquí existe una diferencia sustancial entre los alimentos naturales, los procesados y los alimentos ultraprocesados.


Los alimentos naturales son los de origen vegetal, que incluyen las verduras, leguminosas, tubérculos, frutas, nueces, semillas, así también están los de origen animal, que incluye a los pescados, mariscos, carnes de bovino, aves de corral y animales autóctonos. Los alimentos naturales para que sean considerados como tales, no deben tener sustancias añadidas como por ejemplo, sal, azúcar, grasas, edulcorantes o aditivos. ¦ Luego, en el mercado pueden encontrarse alimentos procesados, que son los que conservan parte de sus propiedades nutricionales y físicas, pero los métodos de procesamiento usados hacen que sean desbalanceados nutricionalmente, debido a la adición de aceite, azúcar o sal. Las sustancias que se le agregan tienen el objetivo de prolongar su duración, y hacerlos más atractivos. Por ejemplo, frutas en almíbar, pescado conservado en aceite, verduras enlatadas o embotelladas, carnes y pescado procesados, tales como jamón, tocino, pescado ahumado.


Los alimentos ultraprocesados contienen poco o casi nada del alimento entero, son formulaciones industriales que contienen cinco o más ingredientes industriales, y entre ellos, pueden encontrarse aceites hidrogenados, colorantes o potenciadores del sabor, a la vez tienen más sodio que los alimentos naturales, y en su composición se encuentran grasas trans y grasas saturadas. No está de más aclarar que, las grasas trans son ácidos grasos insaturados que se forman de forma industrial al convertir aceite líquido en grasa sólida-este proceso se conoce como el proceso de hidrogenación-.


Ahora bien, qué dicen los especialistas sobre estos alimentos:


“Este tipo de productos alimentarios y bebidas no saludables contribuyen a un mayor riesgo de sobrepeso”, afirmó la asesora en Nutrición de la Organización Panamericana de la Salud, doctora Chessa Lutter.


Los alimentos ultraprocesados no sacian al organismo de la misma manera que los alimentos naturales, ese es el motivo por el que, luego de comerlos, el hambre regresa a los pocos minutos. “Al ingerir altas cantidades de carbohidratos simples y almidones a través de bebidas azucaradas, golosinas, helados, chocolates, etc. el páncreas segrega insulina para bajar rápidamente la glucemia. Esa disminución brusca produce que no llegue suficiente glucosa al cerebro y entonces emite la señal de `hambre` con la necesidad de consumir hidratos rápidos y nuevamente comienza el ciclo”, explica la nutricionista Florencia Sauter del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires-lneba-. De allí se comprende que estos alimentos favorezcan el aumento de peso, sin contener los nutrientes que precisa el organismo para su funcionamiento diario.


Para obtener el sabor, la textura y forma final, los alimentos, pasan por un proceso industrial que los modifica, y los vuelve más sabrosos, y adjetivos. ¿Cuáles son estos alimentos? Los panes y pasteles producidos industrialmente, los fideos y sopas instántaneas, las barras de chocolate y dulces, los alimentos congelados y listos para comer, los alimentos hechos mayormente de azúcar, aceites y grasas, los snacks, las carnes procesadas, las barras energéticas y los productos listos para calentar.

¿Por qué son adictivos? Las papas fritas, snacks, salchichas, pizzas, nuggets de pollo, una vez que se prueban, es casi imposible dejarlos, se vuelven adictivos. Esto también ocurre con las gaseosas, las bebidas edulcoradas y los jugos. La causa, tal vez, radique, en los aditivos alimentarios que contienen, es decir las sustancias que se añaden al alimento para mantener o mejorar su textura, sabor o frescura. “La elevada concentración de azúcares, grasas y sal presentes en estos alimentos, producen alteraciones químicas en nuestro cerebro, que contribuyen a incrementar la adicción a su consumo, a la que también contribuye la palatabilidad que aportan las grasas y la combinación altamente adictiva de grasas y sal”, asegura la especialista Florencia Sauter.


Algunos aditivos son naturales y otros más artificiales, la preocupación o alerta ante estos alimentos es por su agregado de sales, lípidos, llpidos saturados, azúcares, que contribuyen a la obesidad y al aumento de sobrepeso. La Organización Mundial de la Salud diferencia distintos tipos de aditivos: los aromatizantes, son los más utilizados, hay naturales que pueden ser mezclas de especies, o sustancias derivadas de las hortalizas. También están las preparaciones de enzimas que son proteínas naturales que catalizan reacciones bioquímicas, y se obtienen de productos de origen animal, vegetal o de microorganismos como las bacterias, se usan en pastelería, en la fabricación de jugos de frutas, en la producción de cervezas y en la fabricación de quesos. Otros aditivos son los conservantes, colorantes y edulcorantes.


La Organización Panamericana de la Salud sostiene que los alimentos ultraprocesados:

·         Son nutricionalmente desequilibrados, pueden crear hábitos de consumo y adicción;

·         Son fáciles de consumir por lo que desplazan a comidas y platos preparados a partir de alimentos que son nutritivos;

·         Se promueven y se ofrecen por mecanismos que son engañosos, pretendiendo imitar a los alimentos naturales o platos tradicionales, usan do aditivos que reproducen aromas, sabores y colores.

·         Crean una falsa impresión de ser saludables, mediante la adición de vitaminas sintéticas, minerales y otros compuestos, lo que permite hacer alegaciones de salud que son falsas.

 

Leer la letra chica


El código Alimentario Argentino establece normas, disposiciones y exigencias que debe cumplir toda empresa o persona que elabore, fraccione, y expenda alimentos. Una de las exigencias es la rotulación del empaquetado, de esta manera se establece que en el envase no puede utilizarse denominaciones, signos o información que sea falsa, incorrecta o que pueda llevar a confusión. En conclusión, leer la letra chica, es un recurso con el que contamos los consumidores para conocer de qué están hechos los alimentos cuando pasan por un proceso industrial, y así estar advertidos sobre qué ingerimos. También es útil para evitar alergias o alertar a las personas que tienen intolerancia a los aditivos alimentarios. A pesar de la normativa, las cifras de sobrepeso en Argentina es la segunda más alta, en menores de cinco años de América Latina. La Sociedad Argentina de Pediatría, llamó a instar al Estado a mayores regulaciones, en lo que refiere a publicidad, y en la necesidad de proteger a los niños de la publicidad que promueva productos con altos contenidos en azúcar, grasas y sodio, y que son promocionados como saludables. Además, sugiere una regulación impositiva, en el establecimiento de impuestos a las bebidas azucaradas para desalentar el consumo.


Lo que prometen


“En la sociedad actual, donde los tiempos son escasos, el poder reducir los destinados a las actividades rutinarias es uno de los principales objetivos. De allí que los alimentos procesados ocupen hoy un lugar de privilegio en las cocinas de muchos hogares: son prácticos, fáciles de cocinar aunque no se tengan demasiadas habilidades culinarias y tienen ese `plus de sabor` que obtenerlo de manera tradicional requeriría el doble de tiempo e ingredientes”, afirma Sauter.


Contraindicaciones: perjuicios para la salud


Las grasas trans de origen industrial tienen efectos adversos en el organismo, entre los principales efectos está el aumento de colesterol malo-LDLy la reducción del colesterol bueno- HDL-, dando como resultado la acumulación del colesterol en las arterias. Las consecuencias de alimentarse solo o mayormente con alimentos ultraprocesados son el sobrepeso y obesidad, esta enfermedad crónica podría conducir a desarrollar otras enfermedades, como diabetes, ACV, hipertensión, cáncer (de endometrio, mama, colon, hígado y riñones). “Es por esto que en mi opinión deberíamos restringir su consumo a pocas veces en la semana, ya que excluirlos completamente sería utópico, porque vivimos inmersos en una sociedad donde la publicidad y la oferta gastronómica inducen continuamente a ellos. En principio, disminuir su frecuencia de consumo y comenzar a pensar en la idea de dedicar más tiempo a la selección, preparación y cocción de los alimentos, son dos importantes pasos para lograr un equilibrio nutricional”, asegura la nutricionista Florencia Sauter.


Estrategias para disminuir su consumo:


El cambio empieza a nivel Individual, en la compra diaria a la verdulería, y la carnicería, a conocer de dónde vienen los alimentos que comemos y a entender cómo es el proceso productivo.


Además, la nutricionista Florencia Sauter recomienda:

·         Diferenciar los alimentos muy procesados del resto: los nuggets, las salchichas de cerdo o la pizza son un ejemplo de ellos.

·         Relegar su consumo a situaciones esporádicas y evitar su elección para el día a día.

·         Existen otros alimentos procesados cuya composición nutricional no se ve drásticamente alterada como los pescados en conserva, pero debemos prestar atención a que las latas de conserva sean al natural o en aceite de oliva, evitando consumir aquellas con salsas debido a que presentan mayor contenido de aditivos y sal o en otros aceites, ya que suelen ser aceites de baja calidad.

·         El rótulo nutricional al que recurrimos para averiguar la composición de un alimento, muchas veces, puede instruirnos acerca de la misma, pero para definir si ese alimento es adecuado a nuestra dieta (indistintamente cual sea el objetivo de la misma: modificar hábitos alimentarios, bajar de peso, controlar las glucemias o restringir la ingesta de sodio) debemos contemplar algunas variables, como recomendación diaria de calorías si queremos mantener el peso, de sodio si queremos controlar la presión arterial o de carbohidratos en pacientes con diabetes.


Fuente: Revista Buena Salud

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