Claro está que sin comida no podemos vivir, sin embargo, no todos los alimentos que consumimos nutren al cuerpo de la misma manera.  

Los alimentos naturales son los de origen vegetal, que incluyen las verduras, leguminosas, tubérculos, frutas, nueces, semillas; así como también los de origen animal (pescados, mariscos, carnes).  Por otro lado están los alimentos procesados, que son los que conservan parte de sus propiedades nutricionales y físicas, pero los métodos de procesamiento usados hacen que sean desbalanceados nutricionalmente, debido a la adición de aceite, azúcar o sal para prolongar su duración y/o hacerlos más atractivos.

Por último aparecen los alimentos ultraprocesados. Son todos aquellos que contienen poco o casi nada del alimento entero, son formulaciones industriales que contienen cinco o más ingredientes industriales como aceites hidrogenados, colorantes o potenciadores del sabor. Suelen tener más sodio que los alimentos naturales, y en su composición se encuentran grasas trans y grasas saturadas.

Además de no ser naturales, los alimentos ultraprocesados no sacian al organismo de la misma manera, motivo por el cual, luego de comerlos, el hambre regresa a los pocos minutos.  Es por ello que favorecen el aumento de peso, sin contener los nutrientes que precisa el organismo para su funcionamiento diario. Sin olvidar que también se vuelven adictivos por su alto nivel de azúcares, grasas y sales que producen alteraciones químicas en el cerebro.

Ahora bien, ¿cuáles son estos alimentos? Los panes y pasteles producidos industrialmente, los fideos y sopas instántaneas, las barras de chocolate y dulces, los alimentos congelados y listos para comer, los alimentos hechos mayormente de azúcar, aceites y grasas, los snacks, las carnes procesadas, las barras energéticas y los productos listos para calentar.

Tres tips para evitarlos

• Diferenciar los alimentos muy procesados del resto: los nuggets, las salchichas de cerdo o la pizza son un ejemplo de ellos.
• Relegar su consumo a situaciones esporádicas y evitar su elección para el día a día.
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Fuente INEBA