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Pie diabético: qué es y cómo prevenirlo

Es una de las consecuencias de la diabetes y, mal tratado, puede derivar en una amputación.

La aparición del pie diabético es un problema que se produce por la neuropatía o daño de los nervios generado por la diabetes. Debe ser tratado a tiempo para evitar complicaciones graves futuras, que podrían llegar a la necesidad de amputar la extremidad.


"El pie diabético es una de las consecuencias más graves de la neuropatía diabética", reafirmó Jenny Quintero, médica diabetóloga del equipo de INEBA (MN: 158.532), y explicó que se trata de la presencia de infección, úlcera o destrucción de los tejidos de miembros inferiores asociados a esta enfermedad.


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Según precisó la especialista, "se estima que el 25% de las personas con diabetes mellitus (hiperglucemia crónica) desarrollarán una herida o úlcera de pie diabético a lo largo de su vida y aproximadamente del 7 al 20% de los pacientes requerirán posteriormente una amputación".


Ante estas cifras preocupantes, es fundamental que la consulta del paciente diabético incluya un control de los pies, ya que es posible, con el tratamiento adecuado, evitar complicaciones más graves en el futuro.


Cuáles son los factores que aumentan el riesgo de amputación


  • Antecedentes de úlceras y amputaciones previas

  • Insuficiencia renal crónica en diálisis

  • Tabaquismo

  • Las deformidades y lesiones pre ulcerativas causadas por la neuropatía motora

  • La pérdida de sensibilidad protectora secundaria a la neuropatía sensitiva y el

  • estado circulatorio


Cinco consejos para prevenir el pie diabético


1 - Inspeccionar los pies. 

  • Se debe realizar inspección diaria de los pies observando el dorso, la planta y los espacios

  • interdigitales con un espejo en búsqueda de lesiones entre los dedos, cambios de color,

  • hinchazón, ampollas, helomas (callos o durezas), cambios en la cantidad de vello, inflamación, quemaduras o ulceraciones

  • Ante la aparición de estos signos o un cambio con respecto al estado previo, consultar al equipo de salud.


2 - Higiene adecuada de los pies.

  • Lavado diario de los pies con agua y jabón.

  • Usar agua tibia (nunca caliente, siempre por debajo de los 37°C). No utilizar los pies para controlar la temperatura, hacerlo con la muñeca o el codo. Limitar el tiempo de lavado e higiene para evitar la maceración de la piel.

  • Preferir jabones cremosos, evitar el uso de jabones neutros (ej: jabón blanco o de glicerina) o antisépticos.

  • Secar cuidadosamente el espacio interdigital con una toalla


3 - Óptimo cuidado de piel y uñas.

  • Hidratar la piel, luego del aseo, con cremas emolientes, a base de vaselina, lanolina o aceites hiperoxigenados, en el área de planta y dorso, evitando el espacio interdigital

  • Cortar las uñas en línea recta limando los extremos (sin profundizar el corte de los bordes libres cercanos a la piel). En caso de que la persona tenga dificultad (visual, motriz, etc.), es preferible que este cuidado sea efectuado por alguien capacitado de su entorno o un profesional entrenado (podólogo matriculado).

  • No utilizar agentes químicos, callicidas, ni elementos cortantes para retirar los callos.


4 - Correcta elección de medias y zapatos

Medias


  • Usarlas siempre.

  • Cambiarlas todos los días.

  • Utilizar medias claras, preferentemente de algodón. Revisarlas todos los días: observar si hay desgastes que orienten a zonas de hiperpresión/hiperapoyo o manchas de sangre o secreción luego de su uso.

  • Elegir aquellas sin costuras, de no ser posible, usar las medias del revés con las costuras hacia afuera.

  • Evitar aquellas muy ajustadas o con elástico

Zapatos

  • Revisar y palpar la parte interna del calzado todos los días antes de su colocación, en búsqueda de objetos extraños en su interior.

  • Evitar que el calzado sea apretado, con ajustes elásticos, con bordes o costuras internas irregulares o ásperas. No ajustar excesivamente los cordones.

  • No usar ojotas.


 5 - La importancia del ejercicio.

  • Realizar la prensión de objetos con los dedos de los pies.

  • Elevar el arco interno y flexionar los dedos.

  • Con los pies en aducción, flexionar la punta de los dedos.

  • Con los pies paralelos: flexionar las rodillas y separarlas.

  • Hacer flexión dorsal y plantar máxima de los pies con flexión digital máxima (acostado y con rodillas extendidas).

  • Realizar movimientos de aducción y abducción de los dedos.

  • Mantenerse parado en un pie, sosteniendo la postura durante un minuto.

  • Pararse en punta de pies y talones.


Ante la aparición o presencia de una lesión, dolor, cambio de color o temperatura en el pie, es necesaria la consulta inmediata con un profesional de la Salud. En esta línea, la DRA. Quintero recomendó realizar un examen completo de los pies al menos una vez al año.


Para solicitar un turno o realizar una consulta con los profesionales, comunicarse al (011) 4867-7700 o en la web de INEBA

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