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Día de la Hipertensión Arterial

Es importante mantener los controles a pesar de la pandemia

La hipertensión arterial supone mayor riesgo de padecer formas severas de Coronavirus, al Igual que las personas que posean otras patologías asociadas. La importancia de la prevención, los controles y la no suspensión del tratamiento.

 

Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la prevención de la Hipertensión Arterial (HTA) por ser causa principal de enfermedades vasculares, como infarto de miocardio (IAM) y accidente cerebro vascular (ACV).

 

Se estima que la prevalencia global de hipertensión en Argentina es del 36.3%. Pero si analizamos el subgrupo de mayores de 65 años, la prevalencia supera el 60%. A su vez, en los últimos años el registro de presión arterial elevada en niños ha ido en aumento y esto se debe en gran parte a la obesidad, al sedentarismo y la mala alimentación. Llevando la prevalencia de HTA en niños y adolescentes escolarizados cercana al 8%.

 

“Con el correr de los años la hipertensión provoca daño vascular sistémico, entre ellos deterioro neurocognitivo en etapas tempranas de la vida, lo que se conoce como demencia vascular. Actualmente se presume que cerca de 600 millones de personas a nivel mundial se verán afectadas por este factor de riesgo para el año 2025, haciendo imprescindible la modificación de conductas y hábitos, poniendo el foco - desde el ámbito sanitario - en la prevención”, explica el Dr. Carlos Reguera, médico cardiólogo y Jefe del Área de Medicina Preventiva y Cardiología de INEBA.  

 

La hipertensión arterial es considerada el principal factor de riesgo cardiovascular, por lo cual trabajar en prevenirla es uno de los aspectos más relevante que podemos hacer desde el sistema sanitario. Es una enfermedad silente que puede cursar asintomática por mucho tiempo, que no tiene cura - aunque sí puede tratarse eficazmente - y solo es detectable mediante controles periódicos.

 

Los factores de riesgo siguen aumentando año tras año y la enfermedad cardiovascular continúa como primera causa de muerte en el mundo. Muchas veces la realización de chequeos preventivos permite arribar al diagnóstico y su posterior control evolutivo.

 

“El envejecimiento poblacional, la mala alimentación, la diabetes, el sobrepeso y obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo, así como la dislipidemia, contribuyen al aumento de su prevalencia. Los principales órganos afectados son corazón, cerebro, riñones y  retinas. Si bien sabemos que la enfermedad puede cursar asintomática, cuando se manifiesta lo hace a través de síntomas como cefalea, rubor facial, mareos, visión doble, taquipnea, taquicardia, zumbidos en oídos, sangrado nasal, cansancio, dolor de pecho o bien directamente debutar con un ACV”, relata el especialista.

Una vez que el paciente comienza un tratamiento, es importante que no lo abandone, la presión bien controlada mejora la calidad de vida de las personas en múltiples aspectos.

 

La única forma de saber si se tiene presión alta es controlándose. Cada persona debe conocer sus registros (la educación y el automonitoreo son herramientas útiles). En nuestro país el 38,8% de los hipertensos desconocen su enfermedad, el 55,5% están bajo tratamiento y solo el 24,2% se encuentran controlados. La presión puede variar por múltiples razones, las mismas deben ser analizadas en cada individuo en particular.

 

Se recomienda, conocer el valor arterial basal, mantener un peso adecuado, caminar a diario, reducir el consumo de alcohol y de sal, no fumar, controlar otros factores de riesgo como el sobrepeso, la obesidad, el colesterol o la diabetes; tomar los medicamentos indicados por el especialista y no abandonar el tratamiento.

 

Pacientes hipertensos y cardíacos en tiempo de COVID-19

 

“En tiempos en los que prácticamente todo gira alrededor del COVID-19, es importante guiar a nuestros pacientes, calmar sus angustias o temores. En INEBA diseñamos un circuito virtual de contacto accesible, una herramienta válida que permite mantener estrecha la relación médico-paciente. Para aquellos casos que requieran evaluación clínica presencial en la institución también disponemos de áreas para consultas protegidas. El monitoreo, control o seguimiento debe continuar”, manifiesta Reguera.

 

Muchos pacientes que tienen registros elevados, prefieren no consultar o bien auto medicarse por temor de acudir a una guardia y contagiarse de coronavirus. “La infrautilización de las consultas e intervenciones médicas han demostrado un incremento de la mortalidad cardiovascular en varios países durante la pandemia. Hay pacientes que deciden demorar la consulta o bien no asistir a una guardia de emergencias pero es importante recordar que hasta el momento no hay evidencia científica que justifique la suspensión de ciertos fármacos antihipertensivos. Los mismos no agravan ni predisponen la afección por COVID-19”, enfatiza el médico. 


Fuente: INEBA

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