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Amenazas para el cerebro y corazón

Hipertensión arterial, colesterol elevado y stress

Para prevenir la obstrucción de arterias o el desarrollo de aneurismas, entre otros factores que pueden desatar un accidente cerebro vascular (ACV) y afectan nuestro cerebro y/o corazón, es importante mantener hábitos saludables. Se debe cuidar y tratar la hipertensión, la diabetes o la fibrilación auricular, así como mantener en niveles normales el colesterol y evitar el stress.


Las principales recomendaciones se basan en llevar adelante una dieta con gran cantidad de fruta y verdura, hacer actividad física de manera regular y mantener un peso adecuado; además de tener valores de presión arterial y azúcar en sangre normales y realizar evaluaciones de salud general de manera periódica. A su vez, hay que evitar fumar o el contacto con el tabaco, el consumo de alcohol en exceso y las drogas ilícitas.


Por otro lado, es importante saber que las infecciones recurrentes también favorecen el ACV, como también el mal estado dental y los ronquidos, que en ocasiones pueden ser producto de alteraciones respiratorias que favorecen el mal manejo de la presión arterial y otros factores que pueden generarlos. Los hábitos melancólicos, como la depresión, también pueden ser detonantes.


“La mayoría de estos ataques puede prevenirse con buenos hábitos de vida. Además, en caso de que ocurran, los mismos tienen tratamiento. La elección de la terapéutica dependerá del tiempo transcurrido entre el episodio y la atención médica hasta que es atendido, el tipo de ataque y las condiciones de salud generales del paciente. Pero es importante resaltar que cada vez hay más opciones de tratamientos y las secuelas pueden rehabilitarse. La persona puede recuperarse y continuar su vida luego de un ataque cerebral. Hay mucho que se puede hacer para disminuir su impacto”, explica el Dr. Gabriel Persi, médico neurólogo especializado. 

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