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Prevención Oftalmológica

Los controles pueden prevenir o tratar la mayoría de los casos de discapacidad visual

La vista se desarrolla desde el nacimiento a medida que la corteza cerebral recibe estímulos apropiados de ambos ojos, por lo que realizarse chequeos periódicos muy sencillos es de relevancia tanto para adultos como para los más pequeños.

 

Buenos Aires, octubre de 2019. La cifra mundial estimada de personas con discapacidad visual es de unas 1.300 millones de personas según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

La importancia del control oftalmológico de manera preventiva, aún sin síntomas visuales, radica en que más del 80% del total mundial de casos de discapacidad visual se pueden evitar o curar.

 

De acuerdo a estimaciones recientes, las principales causas mundiales de discapacidad visual y/o ceguera permanente o transitoria son los errores de refracción no corregidos (necesidad de lentes), las cataratas no operadas, la degeneración macular relacionada con la edad, la retinopatía diabética y el glaucoma, entre otras. Esto hace que sea muy importante realizar los controles oftalmológicos de manera periódica, a pesar de no tener ninguna molestia.

 

En lo que respecta a los niños, las causas de la visión deficiente varían considerablemente de un país a otro. En los países de ingresos bajos, las cataratas congénitas son una de las causas principales, mientras que, en los países de ingresos altos, la principal causa es la retinopatía del prematuro.

 

“Las cifras avalan la relevancia de los controles visuales en niños desde el nacimiento y a lo largo de toda la vida. El sistema visual del recién nacido es inmaduro y se va desarrollando a medida que la corteza cerebral recibe estímulos apropiados de ambos ojos durante los primeros años de vida. La etapa lábil de desarrollo de la corteza visual es desde el nacimiento y hasta los 8 años de edad aproximadamente”, explica la Dra. Laura Taverna, médica oftalmóloga de INEBA.


Todas las patologías que no se puedan advertir en esa etapa pueden derivar en una ambliopía (falta de desarrollo de la corteza visual por falta de estímulo), lo que popularmente se conoce como “ojo perezoso”. El cerebro del ser humano en el área visual requiere de estímulo continuo para desarrollarse – lo que no sucede con otros órganos - y esto determinará la agudeza visual en la edad adulta.


Dentro de las causas más comunes de “ojo perezoso” o ambliopía se encuentran la ametropía, es decir, la presencia de un vicio refractivo en ambos ojos, las hipermetropías, miopías y /o  astigmatismos. También se puede dar por estrabismo (los ejes oculares no están paralelos o alineados con el objeto de fijación) o por la privación al cerebro de la visión nítida, como ocurre en casos de alteración de la transparencia de medios oculares (como, por ejemplo, en pacientes con cataratas, opacificaciones corneales, hemorragias en el vítreo, retinopatías, etc.).


“Antes de comenzar el ciclo lectivo – y con una frecuencia anual - es recomendable hacer los chequeos correspondientes en niños. El examen es muy simple y consiste en toma de la agudeza visual, examen del ojo con lámpara de hendidura y un fondo de ojos para estudiar la retina y el nervio óptico. De manera rápida y sencilla se puede determinar la mayor parte de la patología  y así prevenir y/o tratar posibles enfermedades oftalmológicas”, concluye la especialista de INEBA.


La concurrencia al oftalmólogo resulta imperativa para chequear, prevenir y eventualmente tratar las distintas enfermedades oculares y brindarle al paciente una mejor salud visual.


Fuente: INEBA

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