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Dolor de rodillas

La importancia de la consulta traumatológica temprana

Al hacer actividad física es posible que las rodillas se lesionen. Ante un panorama como este, es muy relevante coordinar una consulta con un especialista lo antes posible para poder entender qué es lo que sucede y tratarlo lo antes posible, a fin de no seguir lesionando la zona.


Para esta consulta, te sugerimos te tomes unos minutos para preparar algunas respuestas a probables preguntas del médico.


●     ¿Qué síntomas presentas? Dolor, hinchazón, bloqueo, etc.

●     ¿Cuándo aparecieron los síntomas?

●     ¿Sufriste una lesión específica que hizo que te comenzara a doler la rodilla?

●     ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?

●     ¿Cuán intensos son los síntomas?

●     ¿Es la primera vez que te pasa algo así?

●     ¿Existe algo que, al parecer, esté mejorando los síntomas? Compresas de frío, calor, descanso o medicación, por ejemplo.

●     ¿Existe algo que, al parecer, esté empeorando los síntomas? Algún movimiento, mantenerte quieto, etc.

●     ¿Qué medicamentos soles tomar?


Luego de la evaluación clínica y posibles estudios complementarios como tomografías, ecografías o  resonancias magnéticas, el médico definirá el mejor tratamiento aunque generalmente siempre estará presente la indicación de terapia física.


Fortalecer los músculos alrededor de la rodilla hará que esta sea más estable. El médico puede recomendar fisioterapia o distintos tipos de ejercicios de fortalecimiento según la afección específica que esté causándote dolor. Si haces actividad física o practicas un deporte, es posible que necesites realizar ejercicios para corregir los patrones de movimiento que pueden estar afectando las rodillas y establecer una buena técnica durante el deporte o la actividad, así como el uso de plantillas o rodilleras.


A su vez, a nivel personal podes considerar diferentes medidas para aliviar los dolores:


●     Descansar de las actividades normales para reducir la tensión repetitiva en la rodilla

●     Aplicar hielo para reducir tanto el dolor como la inflamación (no más de 20 minutos por vez)

●     Aplicar calor

●     Realizar compresiones para evitar la acumulación de líquido en los tejidos dañados y mantener la alineación y la estabilidad de la rodilla.

●     Elevar la pierna lesionada para reducir la hinchazón

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