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Alimentos Fritos

Limitar el consumo puede ser beneficioso para la salud

Diferentes estudios en la actualidad han demostrado que el consumo diario de estos alimentos aumenta la probabilidad de padecer enfermedad cardiovascular.

 

 

Un estudio que examinó los hábitos alimentarios de más de 100.000 mujeres de entre 50 y 79 años en 40 clínicas de los Estados Unidos demostró que las que comían pollo o pescado frito una o más veces por día tenían un riesgo 13% mayor de muerte por cualquier causa en comparación con las mujeres que no comían ningún alimento frito.

 

De este punto parten los autores para destacar que limitar el consumo de alimentos fritos – y en particular el pollo frito y el pescado - podría ser bueno para la salud pública. Sin embargo, investigaciones previas ya han demostrado vínculos entre un alto consumo de alimentos fritos y un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.

 

Un estudio de 2017 descubrió que las personas que comen papas fritas más de dos veces por semana duplican el riesgo de muerte prematura en comparación con quienes las evitan.  “Al freír el pescado se convierte algo bueno en algo dañino. Está demostrado que el pescado es uno de los alimentos con mayor beneficio para la prevención de enfermedades cardiovasculares pero no cuando se lo prepara de esta manera. El tipo de aceite, la temperatura y el método de cocción también afectan a la carne y tienen impacto en el riesgo de muerte”, comenta el Dr. Hernán Provera, médico cardiólogo y Jefe del Departamento de Riesgo Cardiovascular de INEBA.

 

Según explicó el estudio en referencia, en Estados Unidos es más probable que las personas coman alimentos fritos en restaurantes de comida rápida. Este dato es importante de destacar porque si la gente fríe los alimentos en casa es menos probable que reutilicen el aceite, factor que genera más productos dañinos en el aceite que se absorben en los alimentos.

 

¿Se pueden comer frituras?

 

La técnica culinaria de la fritura consiste en la inmersión completa de un alimento en un medio lipídico caliente (grasa o aceite), por lo que el producto final posee mayor contenido graso que el alimento del que parte. Por ello, los fritos son productos de alta densidad energética. 

 

“El exceso de frituras favorece el sobrepeso y las patologías cardiovasculares. Por su aporte de grasa contribuyen al aumento del colesterol, de los triglicéridos y del porcentaje de grasa corporal. Es por esto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que consumir de manera habitual alimentos fritos es un factor de riesgo para la salud”, explica el especialista.

 

Los investigadores concluyen que el alimento, en este caso la carne de pollo o pescado, no son los que hacen el daño a la salud, sino el aceite de la fritura.  Estudios previos habían comprobado que si una persona come papas fritas entre tres y cuatro veces a la semana duplica su riesgo de mortalidad.

 

 

Los efectos del exceso de alimentos fritos en el organismo son:

 

·         Aumento de los niveles de grasa en sangre,

·         aumento del riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad,

·         mayor predisposición a la diabetes,

·         posibilidades de sufrir síndrome metabólico,

·         riesgo aumentado de enfermedad cardiovascular y muerte prematura

 

Sin embargo, siempre hay espacio para la prevención y especialistas en la materia concluyen que ciertos cambios simples pueden proteger la salud:

 

·         Usar métodos de cocina más sanos en el hogar (hornear, asar a la parrilla o asar),

·         elegir opciones más saludables cuando se come fuera de casa,

·         controlar las porciones de los alimentos,

·         reducir la frecuencia de consumo de alimentos fritos,

·         no reutilizar el aceite para cocinar ya que esto puede crear más productos dañinos que se absorben en los alimentos,

·         al comer alimentos fritos, procurar que se frían en casa.


Fuente: INEBA

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